lunes, 17 de julio de 2017

SEGUIMOS ADELANTE

Vuelta a la rutina. Una semana nueva donde ya no somos extraños, nos sentimos muy a gusto con nuestros alumnos.
Empezamos el día con una oración dando gracias por la semana que hemos vivido ya.
Esta semana ha habido rotación en las tareas: colocar y recoger la mesa, tender la ropa y limpiar los platos y oración.
No podemos decir que la vuelta al trabajo haya sido fácil, pero, en cuanto los niños nos han visto y han corrido hacia nosotros, todo se hacía mucho menos complicado. Los niños nos contaron su fin de semana y alguna anécdota.


Cuando llegó la hora de comer, teníamos una sorpresa preparada ¡El tío Julito nos había traído un banquete de comida! ¡Vaya manjar! Todo comida típica dominicana: arroz, habichuelas, verduras, carne de res, pollo, berenjenas rebozadas y piña. Ya se imaginan como acabamos. En fin, que necesitábamos una siestecilla.




Quizás lo más duro del día sea el levantarse e ir hacia el batey. Una ya está cansada de la mañana y el tener que coger el coche hasta el batey y volver a estar animado para los niños se nos hace bastante complicado. Pero es en el momento en que empiezas a hablar con ellos, lo agradecidos que son cuando les das cosas para aprender, que ya sólo eso compensa el cansancio y no lo cambiaríamos por nada. Son niños que cuando les enseñas algún truco o algo nuevo se les enciende la mirada, necesitan cariño y tienen miedo a fallar.
Es luego en el patio donde acabamos, siempre que no llueva, jugando con ellos y reventados para el viaje de vuelta. Hoy nos han enseñado como se toma la caña de azúcar, intentaremos mostrárselo algún día en una foto, pero de momento imagínense a un niño metiendo un palo en la boca partiéndolo a la mitad. No importa si hay hormigas por medio.






Acabamos el día con una ducha tras un mojado viaje de vuelta y escuchando música que toca Ana Rosa con su guitarra, ya que el wifi no funciona para poner nada mejor. ¡Broma! Ni por todo el wifi del mundo cambiaríamos sus canciones.



Después de la cena, tenemos una sesión de cine. Y nada mejor que la película de “Dios no está muerto”. Un peliculón para rematar un día que no ha dejado indiferente a nadie. Nos vamos muy cansadas pero muy contentas porque cada minuto de nuestro día no nos deja de sorprender para bien.




No hay comentarios:

Publicar un comentario