¡Adelante,
siempre adelante! Aparte de ser el lema de la Fundación, es el lema que nos
incentiva a proseguir con nuestra misión una semana más. El día en sí transcurrió
tranquilo. Tras una noche de cine, nos levantamos con ganas para afrontar el
nuevo día. Para iniciar la jornada con buen pie, disfrutamos de un rato de
oración dirigida por Clara e Isabel donde dimos gracias una vez más a Dios por
poder formar parte de este proyecto. También hablamos de la amistad, valorando
el vínculo tan fuerte que estamos creando entre nosotras.
Las sonrisas y el
entusiasmo de los niños al vernos nos llenan una vez más. Después de una mañana
de duro trabajo, se va notando que los niños van cogiendo y acostumbrándose a
la dinámica establecida.
El recreo sigue siendo un sin fin de actividades. Por
un lado, está la cuerda, por otro la pelota, juegos, y, por supuesto, las
clases de peluquería que se han convertido hasta en una competición.
A la hora de comer
no tuvimos la suerte de contar con el banquete del tío Julito, pero la comida
de Margarita siguió en su línea, que es estupenda. Más tarde, salimos hacia el
batey con otra nueva incorporación: Madre Estelita. Antes de empezar las clases,
jugamos un poco con los niños y después disfrutamos de un rato agradable dando
clase. Las sesiones de la tarde son más duras que las de la mañana, sin
embargo, solemos sacarle el máximo partido, enseñando y aprendiendo junto a ellos.
La tarde de hoy también contó con la novedad de que hicimos entrega de
zapatillas donadas por una tienda de Ponferrada (León), llamada la Casita de
Sonia y sacando unas fotos preciosas.
El camino de
vuelta no contó con ningún incidente ni nada extraño, aunque suene raro
(gracias a Dios). Al volver a casa, descansamos un poco y fuimos a misa.
Disfrutamos de una cena casera y rica acompañada de risas, risas y más risas,
como de costumbre. Una vez más podemos decir que este día ha valido la pena.
P.D. Queremos que
vayáis conociendo a algunas de las personas que forman parte de nuestro día a día:
Isabel (Chabelita), la
incansable directora de la Escuela Antonio Paredes Mena.
Carmen, la
secretaria, quien nos recibe cada mañana con una sonrisa.
Miriam, la señora
de la limpieza, que facilita nuestra misión.
Margarita, la
masterchef de Consuelo.
Orlando, el disponible
encargado de mantenimiento.
La verdad, es que disfruto mucho el leer este Bloc, con la de cosas interesantes que le sucede cada día. Bendiciones y Adelante, siempre adelante.
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