martes, 11 de julio de 2017

SEGUNDO DIA SUPERADO CON ÉXITO

Todo marcha sobre ruedas...  o no?. Comenzamos nuestra rutina con nuestro rato de oración nada más levantarnos. Esta semana se encargan de prepararla Lucia y Enci. En este rato oramos, pedimos e incluso reflexionamos un poco sobre la experiencia en la que estamos participando. 

Para proseguir está el gran desayuno. Cada día, por supuesto, vamos siendo un poco más expertas en cogerle el gustillo a ese cafe Dominicano que tanto nos gusta.
Nos dirigimos pues, al colegio con más ganas que nunca, como si llevásemos aquí un mes y fuésemos veteranas en el asunto. Increíble fue, ver nada más llegar a los niños esperándonos ansiosos y felices de compartir un día mas con nosotras. Pero, sinceramente, para felicidad la nuestra al verlos tan emocionados. A algunas nos trajeron regalos e incluso dibujos.
Las clases fueron genial, compartimos ratos con ellos y los conocimos un poco más aunque, tengo que decir que, para agotador, esta el rato del recreo...  Cómo correr y jugar puede cansar tanto? 




Al final de la mañana, donde acabamos con un tiempo de talleres, nos dirigimos a casa donde nos esperaba la ansiada comida de Margarita! En serio, no sabéis lo bien que cocina. Creo que aún no hemos encontrado nada que no nos guste. Después, iba por supuesto, nuestra siesta (las costumbres españolas no hay que perderlas nunca) y luego, justo antes de marchar a los bateyes, el segundo cafe del día.

Qué son los bateyes? Os preguntaréis. Pues bien, son comunidades de Haitianos encargados de la labor de la recolección de la caña de azúcar. La mayoría de las personas que habitan allí, por supuesto, son analfabetas, pues viven alejados de la ciudad y nunca han tenido una educación propia y digna como se merecen. Es curioso que aquí, ser haitiano no está bien visto. Es más, hay mucha discriminación porque ser haitiano es ser una persona infravalorada.

El camino fue genial. Hoy pudimos contar con la presencia de una nueva compañera que se unió al trayecto, Sujey, la encargada del supermercado Zaglul, teniendo en cuenta que el tío Julito, ya es uno más de nuestro grupo. Con ella fuimos siete en la parte de atrás del coche, sí, habéis leído bien, siete. El camino tenemos que decir que ya lo tenemos más que dominado. Los baches ya no son nada para nosotros, y qué decir de las curvas a 1000 km/h de Ana Rosa...



Al llegar allí nos encontramos a los niños, tan contentos como siempre de vernos llegar. Las clases fueron genial y justo al final, compartimos un rato de juegos todos los cursos juntos como es de costumbre. Hoy tocó la comba. Fue un rato divertidísimo.



A la vuelva pasamos a dejar al tío Julito en su casa y nos dirigimos a la iglesia. La misa fue bastante curiosa a la vez que divertida. Un momento especial fue la homilía. No la destacaría si no me hubiese llamado tanto la atención. El cura habló de las vocaciones. De la misión que tiene Dios para cada uno de nosotros. Fue curioso porque, me confirmó en el propósito que tengo para esta misión y lo que nos dice siempre Ana Rosa: "Lo que tenga que ser será,  Dios proveerá". Y es que es así. Estamos aquí por algo. Algo que aún no sabemos. No sabemos ni por qué nosotras ni qué es lo que espera Dios de todo esto, pero, sinceramente, espero que podamos tener la oportunidad de contároslo al final de este mes cuando terminemos este intrépido viaje.

Por si no fuera poco, antes de acabar, y con las pintas de todo el día de jugar y trabajar, el cura decidió que era el momento para salir delante de toda la iglesia a presentarnos. Tuvimos un tiempo para hablar un poco sobre nosotras y lo que hemos venido a vivir y bueno... alguna risa que otra, no Clara?

Más tarde cenamos todas compartiendo un rato agradable. Hoy tocaba revuelto de huevos y la famosa "batata". Para culminar el día y, como no podia faltar de postre, había piña, junto con el mango tan bueno que hay aquí. Pero no, no puedo decir que sepamos ya pelarlo como Madre Lucita, pero estamos seguros que en unos días habremos conseguido el objetivo.


Una vez más, podemos decir que ha sido un día especial en el que hemos podido crecer en la confianza en Dios.


1 comentario:

  1. Queridas todas, no sabéis lo que es para unos padres ver como su hija y otras amigas comparten vivencias tan intensas, dedicando su tiempo libre a atender a tantos niños que necesitan cariño y atención. Claro que entre tanta explosión de vida y jornadas tan intensas, siempre hay tiempo para compartir las experiencias del día en torno a una mesa y mas aun si la recompensa del buen hacer viene acompañada de buena cocina casera, hecha con mucho cariño.
    No os falta la oración y esto es imprescindible para poder asentar lo que cada día hacéis, y presentarlo al Señor y a vuestra Madre como el mejor regalo. Ellos os miran con una tierna sonrisa y os animan a seguir y a mejorar, para el bien de este mundo tan convulso.
    Porque... ¿Para que estamos aquí si no? ¿no es para hacer el bien? ¿no es para dar de nosotros lo mejor para los demás? ¿o solo para lo que nos interesa?.
    Desde aquí, leemos cada día con ilusión, atención y hasta envidia todo lo que estáis viviendo. Todos los que están a vuestro alrededor están sin querer entrando en nuestras vidas: tío Julito,Ana Rosa (piloto de pruebas), Madre Lucita , Margarita (mandil de oro), etc.
    Cada día esperamos ansiosos vuestras vivencias y rezamos para que el Señor os siga llenando de dicha en el servicio a los demás. Nuestras bendiciones. Os queremos.

    ResponderEliminar