Primer día
completo en Consuelo. Todo es novedad y nosotras, como debe ser, a dejarnos
sorprender con buen ánimo. Después del desayuno y la oración, con los que dimos
inicio al día, nos reunimos con Madre Lucita para que nos diera un cursillo
acelerado de inculturación en Consuelo.
Tras esto, nos dispusimos a deshacer
las maletas y organizar todo el material que habíamos traído para el proyecto.
Quien conozca el bolso de Mary Poppins, podrá hacerse una idea de lo que hemos
experimentado con esas 14 maletas. Con todo, el buen ambiente y una
organización eficaz lo han hecho muy llevadero.
(Podéis ver un vídeo de la organización de materiales en el facebook de la Fundación...)
Por primera vez,
hemos podido disfrutar de la deliciosa comida que prepara Margarita, la
cocinera, y nos hemos comido un locrio que estaba para chuparse los dedos. El
plan después de comer era visitar la escuela y el pueblo, pero se ha tenido que
retrasar por la tromba de agua tropical con la que ha empezado la tarde. En
cuanto ha parado un poco la lluvia, nos hemos lanzado a la calle y nos hemos
acercado, en primer lugar, a la escuela. Allá hemos visto las que serán nuestras
aulas y el espacio que vamos a compartir con los niños… y con los cascotes,
varillas, cemento, ladrillos y demás material de construcción de las obras
interminables de la escuela. ¡Hasta hemos podido ensayar el himno nacional
dominicano, con el que vamos a iniciar cada jornada! “Quisqueyanos valientes...”
Después, paseo por el pueblo para llegar hasta el supermercado donde adquiriremos
el material para los alumnos becados. Toda una experiencia eso de pasar por la
calle principal del pueblo y sentirnos el centro de todas las miradas. Es lo
que toca… Y toda una experiencia que se vaya la luz en el supermercado. Es lo
que toca…
Al salir del
supermercado… ¡otra tromba de agua! ¡Pero nada frena a las misioneras! Ya
podían caer chuzos de punta, que nosotras nos hemos ido caminito a casa. Menos
mal que M. Lucita nos llevó por un atajo, eso sí, cual Moisés haciéndonos
cruzar el Mar Rojo, que lo que se forman aquí no son charcos; son piscinas.
Nos preparamos
después para ir a misa a la Iglesia de Santa Ana y también, por primera vez,
pudimos compartir con el pueblo dominicano, una celebración eucarística. La
gente participa muy activamente y están tan centrados en la celebración, que no
se distrajeron ni con el flash de la cámara de Enci en mitad de la misa
queriendo sacar una foto a la lagartija que había en el altar para el concurso
fotográfico del proyecto: “Lagartijas en lugares peculiares”.
Al regresar a
casa, caminando prácticamente a oscuras por el pueblo, hemos cenado y
concluimos el día en la terraza, acompañadas por M. Irmar, contemplando la luna
llena, disfrutando de una Presidente fresquita y contestando preguntas sorpresa que había preparado Ana Rosa para ir
conociéndonos más. Un día de lo más completo… y sin conexión a internet.
Que chulo que se la estén disfrutando, además conociendo de todo un poco. La falta de energía eléctrica y de Internet, las calles sin asfalto, las noches oscuras, pero sobre todo y a pesar de ello la inmensa alegría de la gente. El disfrutar s lo poco como si no nos faltara nada es el gran Don que nos viene de Dios, que puedan vivir esta experiencia es sentir la presencia cercana del Espíritu Santo que se hace presente en cada una de ustedes para ser regalo a los niños y en los niños para hacerse regalo a cada una. Muchas bendiciones y ánimo, desde el campamento de Haití muy unidas a ustedes allá 😙
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